Cuando la temperatura baja y la humedad aumenta, el otoño llega y nos pide algo cálido para brindar comodidad a nuestro cuerpo. No hay nada mejor que una buena sopa de pollo. Evitemos recetas complicadas. Simplemente cocina el pollo crudo a fuego lento o usa presas con huesos para producir una base aún más deliciosa.
En realidad, es una opción perfecta para los adultos y niños en casa. Si quieres hacer una sopa de pollo novedosa ¡tenemos muy buenos consejos para ti!
Prepara el caldo de pollo por separado
Para disfrutar del verdadero sabor del pollo te sugerimos hervir la carne con sus huesos. Luego añades otros ingredientes como especias y verduras.
Esto no solo promete un sabor más rico, además evitarás que la verdura se cocine de más. Por ejemplo las zanahorias picadas no tardan más de 5 a 8 minutos en cocerse.
No confundas caldo con sustancia
Mucha gente no reconoce la diferencia entre sustancia de carne y el caldo de huesos, por lo que suelen confundirse. La sustancia de carne se hace al cocer a fuego lento la carne. El caldo de huesos implica una cocción muy lenta por al menos 24 horas y sirve como base para sopas, guisos, estofados y demás preparaciones.
En este artículo detallamos más sobre la preparación de este concentrado de caldo de huesos mediante el ejemplo de los huesos del pavo.
¿El colágeno de las patitas de pollo es bueno para ti?
Si te gusta el pollo pero nunca has probado las patas, luego de este artículo lo harás. Las patas de pollo tienen beneficios nutricionales excepcionales por ser abundantes en cartílago, además de agregar un sabor delicioso a las sopas.
Te recomendamos una cocción a fuego lento, retirar la carnosidad de los huesos y una vez libre de huesillos, licuarlas, de modo que esta mezcla de nutrientes pasará desapercibida y será perfectamente digerida como parte de la sopa.
Permite que niños y adultos aprovechen el aporte de la proteína y el colágeno que contienen, sus valiosos nutrientes para ayudar en la regeneración de nuestra piel, huesos y articulaciones.
¿En qué momento ponerles sal?
Es un mito común que la sopa de pollo no se debe sazonar porque le da un gusto concentrado al reducirse el líquido. Puedes agregar una cucharadita de sal por cada tres tazas de líquido.
De preferencia usa sal marina o sal kosher y despreocúpate. Mientras sigas este consejo, tus papilas gustativas te lo agradecerán.
Recuerda aprovechar los nutrientes de las verduras
Las zanahorias aportan vitamina K, vitamina C y otros minerales y antioxidantes a la sopa que ayudan a desarrollar un sistema inmunológico saludable y a la recuperación de dolencias.
Verduras como la cebolla y el apio contienen vitamina K, minerales, antioxidantes y vitamina C, lo que ayuda a combatir cualquier virus, además de energizar el organismo, calmando las dolencias y malestares. Por último, pero no menos importante, tienen propiedades antiinflamatorias para que puedas relajarte.
Si deseas carbohidratos, considera colocarlos al final del proceso de cocción de la sopa unos minutos antes según el tiempo que requieran para estar lista. Puede ser trigo, quinua, kiwicha, fideos o sémola. Así conviertes a la sopa en una gran fuente de energía.
Un sabor especial para variar el resultado de tu sopa
Cada persona tiene un paladar diferente, si quieres un resultado refrescante para la sopa de pollo añade un poco de tomillo. Si te gustan los sabores fuertes y las notas herbáceas ¡elige el orégano o un puñado de semillas de comino! Una maravilla es que rayes kion o jengibre y lo exprimas, esto antes de servir, no requiere de hervor.
Entonces ¿estamos listos para disfrutar de un plato caliente de sopa de pollo? ¿Cuéntanos cómo te gusta prepararla en casa. ¿Qué verduras y sabores prefieres utilizar para sorprender en casa?
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