Comer pavo es una delicia en todas sus presentaciones, pero es muy probable que cada vez que compremos presas de pavo, estas puedan venir con huesos. Sea trozado o si lo horneamos completo, siempre tendremos los huesos que, en la mayoría de las veces, terminamos desechando. Sin embargo, para la siguiente vez que vayas a desecharlos, toma en cuenta las siguientes consideraciones.
¿Sabías que aprovechar el caldo de los huesos de pavo agregaría vitaminas, minerales y proteínas en tus preparados? Estarías incluyendo elementos nutricionales que son necesarios para construir y fortalecer tus propios huesos. Entonces ¿por qué no aprovecharlos?
Y mejor aún, si combinas esta suma de nutrientes en una preparación casera, como en un guiso, un estofado o en sopas, tendrás como resultado un maravilloso confort físico inmediato, especialmente para los días fríos de los meses de otoño e invierno.
Afortunadamente, el caldo de huesos de pavo es una sopa liviana, baja en calorías y que se puede preparar fácilmente. La sopa de pavo promete un sabor reconfortante y riqueza carnosa que a tu familia le encantará.
Cocinar una sopa de pavo puede parecer extraño para muchas personas, pero aquí te enseñamos cómo romper este mito. Echemos un vistazo a estos consejos.
¿Cómo preparar el caldo de huesos de pavo?
Es simple, aunque tomará algo de tiempo. Pon los huesos de pavo en una olla preferiblemente ancha hasta la mitad de su altura. Cúbrelos con agua hasta dos centímetros por debajo del alto de la olla. Agrega laurel, el jugo de un limón y sal marina. Deja que hierva a fuego bajo y lento por al menos 10 hasta 24 horas. Ya que el gasto de gas o electricidad podría ser excesivo, conviene usar una olla a presión para reducir el tiempo de cocción.
La cocción lenta permitirá extraer los minerales, nutrientes, aminoácidos y el colágeno que contienen los huesos.
Procura usar una olla de sopa grande especialmente si los huesos son de un pavo grande, esto promete una mejor circulación del líquido para que se liberen todos los sabores de los huesos.
Ten en cuenta que puedes hacer el caldo con huesos sobrantes que hayas congelado de alguna preparación anterior.
Una vez que el caldo concentrado esté listo, obtendrás una base que podrás almacenar, una vez que esté frío, en frascos de vidrio en el congelador hasta por seis meses o en refrigeración por una semana, de modo que descongeles los frascos cuando se te antoje preparar algo o requieras agregarlo a alguna preparación.
¿Qué ingredientes puedo ponerle a la sopa de pavo?
Lo elemental es que tengas en cuenta los tiempos. Una vez que tengas listo el caldo concentrado, podrás ir sumando ingredientes de acuerdo a los tiempos de cocción. Por lo tanto inicia con los que tarden más tiempo.
Se recomienda trozar la carne de pavo que desees agregar para que permanezca jugosa y húmeda. Agregar ajos picados colabora con desintoxicar el organismo por su aporte de azufre.
¿Qué te parece un poco de cebada perlada de morón? Es un grano rico en oligoelementos, vitaminas y minerales. La cebada tarda aproximadamente 20 minutos.
Considera saltear ajos, poro y apio antes de incluirlos en el caldo. Deja cocer por unos minutos más y puedes sumar aquellos ingredientes que tardan menos tiempo en cocerse como la zanahoria, la papa o el zapallo. Los últimos serían las hojas como la espinaca o la acelga.
Cuando la sopa de pavo esté lista, incluye una cantidad generosa de perejil picado para iluminar de color y sumar notas de sabor de hierbas frecas a la sopa.
Al servir, prueba acompañar la porción con una rebanada de pan tostado o espolvorear un poco de queso parmesano u otras hierbas de tu preferencia.
El valor nutricional del caldo de huesos
Cocer los huesos por varias horas resulta en una variedad de nutrientes digeribles ya que los huesos tienen vitaminas como fósforo, magnesio y calcio. Además, el tejido conectivo del pavo agrega colágeno, lo que promete una mejor salud de las articulaciones, mientras que la médula ósea contiene vitamina A, vitamina K y hierro.
En cuanto al valor nutricional, la sopa de pavo aporta sodio, carbohidratos, fibra y proteína.
• Promueve huesos y articulaciones saludables. Procura beber sopa de pavo dos veces por semana, ayuda a reparar los tejidos conectivos por el aminoácido de glicina. Alivia molestias de artrosis u osteoporosis.
• Ayuda a la salud intestinal. Aprovecha los efectos calmantes que influyen en el sistema digestivo para asegurar una buena salud intestinal. Además, el caldo de pavo descompone los ingredientes, lo que significa una mejor absorción de nutrientes.
• Mejora la calidad de sueño. Por su contenido de glicinato de magnesio, influye en los neurotransmisores y brinda un efecto calmante.
En conclusión, sácale provecho al sabor y a los nutrientes de esta buena sopa de pavo para darle un gusto al paladar y brindar salud a tu familia.
Cuéntanos
tu historia